En la ciudad balnearia de Varna, los arqueólogos búlgaros encontraron restos de esqueletos gigantes en la primera mitad del siglo IV al V después de Cristo. Los huesos hallados en la zona resultaron sorprendentemente impresionantes debido a su tamaño.
Debido a su tamaño, ellos únicamente ocupaban su lugar que ellos pertenecían. La jefa arqueóloga Valeria Yotova, que forma parte de su equipo de excavación, ha estado reportando el progreso de las investigaciones en los medios locales.
En el descubrimiento, desde el principio hasta el final, ha surgido una serie de detalles que podrían indicar que son algo más que simplemente huesos. Ya que el esqueleto fue descubierto en el área de la antigua ciudad llamada Odesos.
Yotova en el pasado ha sugerido que el hombre había muerto durante el trabajo y que llevaba un objeto en la muñeca y su cuerpo portaba evidencia de haber tenido una relación violenta antes de su muerte de manera criminosa y fue enterrado de esta manera.
Reconstrucciones de la antigua área fueron llevadas a cabo en Varna, que es la tercera ciudad más grande de Bulgaria y comúnmente llamada ‘La capital de la costa del Mar Negro’.
El equipo arqueológico también descubrió durante las excavaciones que los esqueletos estaban boca abajo, lo que sorprendió aún más a los expertos en el campo de la arqueología.
Su ubicación aproximada ha sido conocida desde el comienzo del siglo XX, cuando fue señalada por la Televisión Nacional Búlgara. Sin embargo, su trasfondo ha sido ampliamente explorado pero sellado lejos debido a construcciones, lo que hace que el área sea muy intrigante para los investigadores locales y arqueológicos.
Arqueólogos en esta excavación reportaron que el objeto, ligado a la visita más segura de los nazis, se encontraba detrás de las murallas de Odesos, la antigua ciudad que ahora es Varna.